Lo que aprendí sobre ventas cuidando de una cachorrita 🐶
¡Prepárate para una dosis extra de ternura y estrategia empresarial!
Si eres más de escuchar que de leer: ¡pulsa PLAY!
Ya os advertí que todos estos textos van a ir de mi vida y de las ideas que tengo gracias a mis vivencias diarias. Porque siento que prácticamente todo lo que necesitamos para ser unos buenos empresarios o, por lo menos, personas más felices con nuestros negocios, está a nuestro alrededor, solo tenemos que aprender a observarlo.
Pues bien, hace unas semanas, tuve que cuidar de la nueva perrita de mi amiga Carol, porque ella se marchó unos días de viaje. Os pongo en situación: Sopa es una cachorrita preciosa de menos de cinco meses que, como imagináis, es un absoluto terremoto de ternura. Todos estábamos más o menos contentos de tenerla en casa, aunque mi Tofu no comulgaba mucho con la idea de tener una cachorra ladrándole alrededor las 24 horas del día, pero como buen perro adulto entendió que con mostrarle cuál era su espacio sería más que suficiente para una convivencia pacífica.
Cuando llevaba dos o tres días viviendo en casa y ya nada era novedad, sino que todo se convirtió en pura rutina, empecé a observar la forma tan curiosa que esa cachorra tenía de pasear por la calle. Sopa se paraba con todos los humanos con los que coincidía para que le dieran mimos. Se paraba delante de ellos y además les hacía monerías, les miraba directamente a los ojos e incluso se tumbaba para que la acariciaran la barriguita. ¡Sopa está dispuesta y totalmente abierta a que cualquier humano le dé mimos!
¿Y si todos actuáramos como Sopa con nuestros clientes?
Es que pensé: ¿Y si, en lugar de callarnos, no hablar de nuestros negocios, no explicarle la oferta que tenemos cada vez que te encuentras con tu cliente ideal, hiciéramos como Sopa que se para, hace contacto visual, y le explica lo que tiene para él? ¿Y si nos abriéramos a la posibilidad de que el mundo es un lugar abundante? ¡Dónde hay montones de humanos, dispuestos a darte mimos!
Pero es que todo este tema va mucho más allá. Ya no es que Sopa crea que todos los humanos le van a dar mimos, es que Sopa lo sabe. Porque como se ha abierto a la posibilidad, ha descubierto que montones de humanos están dispuestos a compartir su amor con ella.
Así que con este comportamiento ha generado una creencia absoluta en que todos los humanos son fuente de mimos. Sopa está convencida de que absolutamente todos los humanos somos fuente de mimos, juegos y diversión.
Sopa no lo sospecha, ¡lo sabe!
Pero para ello ha tenido que atreverse a:
Estar abierta a recibir mimos.
Pedir lo que deseaba.
Actuar en consecuencia parándose delante de cada humano.
Atrévete a enfrentar el rechazo
Porque lo más interesante fue ver cómo se comportaba con aquellos que no caían rendidos a sus encantos. Porque existe gente rara a la que no le gustan los perritos, ni los cachorritos (lo sé, yo tampoco lo entiendo, pero existir existen). Ella, en un acto de absoluta resiliencia, apoyado por la nula capacidad de atención que tienen los cachorros, todo sea dicho, cada vez que alguien rechazaba su invitación, simplemente continuaba hacia adelante. Porque sabía que otro humano estaría dispuesto a darle aquello que ella reclamaba.
Porque sabía que cuando alguien te rechaza, muchas veces no lo hace porque no seas la perrita más bonita del mundo, sino porque simplemente es una persona rara (es broma).
Y es que aquí está otro de los grandes aprendizajes: hay que atreverse y estar dispuesto a que te digan que no. Porque tú tienes el firme convencimiento de que simplemente has dado con una persona que no valoraba aquello que le estabas ofreciendo, pero sabes que lo que has ofrecido es de la mejor calidad.
Aprovecha las oportunidades que se presenten
Y es que esta historia todavía dio para más. ¿Os acordáis de que a Tofu no le gustaba mucho tener una cachorra alrededor? Pues tardó muy poco en aprovecharse de este comportamiento. Enseguida, Tofu comprendió que cuando los humanos se paraban a darle mimos a Sopa, él podía colocarse al lado y poner carita mona y ¡también recibía mimos! Así que nuestros paseos se convirtieron en ir parando cada pocos metros y que todos los humanos que teníamos alrededor no pararan de darle mimos a nuestros perros.
Y aquí viene otro de los aprendizajes: ¡haz como Tofu y aprovecha las oportunidades! ¿Cuántas veces has dejado pasar oportunidades de acercarte a tus clientes ideales que estaban perfectamente preparados para escucharte porque te ha dado vergüenza? Sé sincero: en cuántas ocasiones te has quedado parado viendo cómo otros recibían en lugar de actuar.
Por qué Tofu no solo no se quedó parado, sino que decidió desplegar todas sus artes de enamoramiento perruno para conseguir su ración de mimos. ¡Actuó y fue recompensado!
Aprendizajes perrunos para nuestros negocios
Yo es que, como veis, tenemos mucho que aprender de esta cachorra y, de paso, de mi perrito:
Si quieres algo, vas a tener que salir a buscarlo (los mimos no llegan solos).
Si tu producto es lo suficientemente bueno (¡mirad qué carita, por favor!), siempre vas a encontrar a personas que estén encantadas de consumirlo. Es más, posiblemente hasta te rueguen hacerlo.
Cuando empiezas a actuar así y empiezas a vender, entonces podrás generar la mejor creencia a interiorizar en tu negocio: Todo el mundo quiere comprarte y sería un feo no permitirles disfrutar de tu producto. Para insertar esta creencia en tu mente emprendedora haga clic aquí.
Cuando parezca una oportunidad de ventas, ¡aprovéchala! En tu día a día surgen mil momentos propicios para la venta, pero no permaneces suficientemente atento.
Y es que hay algo que veo muy a menudo y me da mucha rabia. Os prometo que me hierve la sangre porque es supercomún: hay muchísimos empresarios con productos maravillosos, con servicios que solucionan los problemas de muchos consumidores…pero que se sienten totalmente limitados a la hora de vender.
Todos esos empresarios deberían aprender de Sopa. Ella sabe que tiene algo maravilloso que repartir con el mundo y está dispuesta a que todo el que quiera darle mimos lo disfrute. Porque el acto de vender se trata de que ambas partes ganen en la transacción. No se trata de que una perrita encantadora te engañe para que le des mimos, se trata de que tú quieres disfrutar de todo ese amor cachorril.
Y lo más importante de todo: Sopa está presente y atenta para aprovechar las oportunidades que se presentan, está abierta a recibir la abundancia de la vida (el mercado) y no duda en usar todos sus talentos para conseguir aquello que desea.
Y estas, queridos míos, son las enseñanzas sobre ventas que aprendí de cuidar unos días de una cachorra.
Porque recordar que los aprendizajes sobre negocios y la vida están en todas partes si estás dispuesto a escuchar, observar con atención y reflexionar sobre las cosas que te ocurren.
Llegamos al final de otra emocionante ronda, pero aquí ya sabes que la fiesta nunca termina. Nos espera una siguiente ronda llena de sorpresas, ideas frescas y experiencias compartidas.
Así que, no lo dudéis, ¡pedimos otra ronda juntos!
Gracias por ser parte de esta comunidad tan especial 🌟
Con cariño,
Raquel - Especialista en organizar Verbenas 💃🏻 - RaquelCarrera.Es